Sedimento del vino, qué hay que saber

imagen sedimiento vino

El vino es una de las bebidas de mayor calidad y más preciadas de todo el mundo. Y en España tenemos la gran suerte de contar con algunas de las mejores cosechas a nivel internacional. Por este motivo, desde hace algún tiempo estamos utilizando nuestro blog para ofrecerte información relacionada con este producto. Algo que hicimos al hablarte de las variedades de uva según denominaciones de origen o de los utensilios del vino para un restaurante.

Sin embargo, pese a que el vino cuenta con gran popularidad en España, lo cierto es que el consumidor medio no tiene grandes conocimientos sobre este producto. Así que para que esto no sea un problema hoy vamos a profundizar sobre él. En concreto, lo haremos hablando sobre el sedimento del vino. Así que si quieres saber qué es y cómo se forma, estas en el lugar adecuado.

Qué es el sedimento del vino

Los sedimentos del vino, que también se conocen como ‘diamantes del vino’ o ‘cristales’, son restos naturales que quedan en el mismo tras su proceso de elaboración. Y, a pesar de que para algunos puedan resultar desagradables, lo cierto es que es un componente totalmente natural. De hecho, se compone básicamente de pieles de uva y semillas.

Pero entre sus componentes también encontramos los tartratos, unas piezas con forma de cristal que surgen por la unión del ácido tartárico con el potasio, dos ingredientes naturales en la vinificación. Y también puede haber en los sedimentos los formados por la levadura muerta como la lía, que es totalmente inofensiva y da al vino más cuerpo y sabor.

¿Por qué se forma el sedimento?

Ahora que ya sabes qué son los sedimentos es el momento de explicarte cómo se forman exactamente. Como hemos dicho brevemente antes, durante la fermentación el potasio y el ácido tartárico se unen. Además, las células de la levadura transforman los azúcares naturales en alcohol. Para eliminar todos estos sedimentos los enólogos idearon una estrategia: la estabilización en frío.

Este proceso consiste en enfriar el vino a 0 grados durante un periodo prolongado de unas tres semanas aproximadamente. De este modo, los trozos de sedimentos forman cristales grandes que son mucho más fáciles de retirar. Aunque se ve más en el vino tinto, también puede encontrarse en el vino blanco. Y pese a que muchos consideran que es negativo encontrarlos en la copa, lo cierto es que muchos lo ven como todo lo contrario ya que es signo de que el vino no ha sido sobreprocesado.

Cómo eliminarlo

Ya te hemos explicado que no tiene nada de malo encontrar sedimentos en tu copa de vino. Es más, no es nada inseguro consumirlos ya que provienen de ingredientes naturales. Sin embargo, somos conscientes de que no a todo el mundo le gusta encontrarse con ellos cuando disfrutan de un buen vino. De este modo, para evitar sorpresas si estás en casa, lo mejor que puedes hacer para eliminarlo es recurrir a la decantación.

Bastará con utilizar un buen decantador para esquivar los sedimentos que puedan haber en tu vino. En este sentido, lo recomendable es dejar la botella en pie durante uno o dos días antes de servirla, lo que hará que los sedimentos se acumulen en el fondo. Y cuando esté listo para servir, verter con cuidado el vino vigilando que no se muevan demasiado los sedimentos.

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