Existen muchas maneras de disfrutar de una cerveza. Desde tomarla en una terraza al sol disfrutando de un aperitivo, hasta consumirla para comer o cenar acompañada de un plato más contundente. Sin embargo, si hablamos de la mejor manera posible de disfrutar de una buena cerveza, irremediablemente tenemos que hablar de un concepto: la cata.
Hace una semana te contamos cómo se fabrica la cerveza y hoy queremos hacer lo propio con las catas de esta bebida. Posiblemente estés más acostumbrado a escuchar el concepto de cata relacionado con otros productos como el vino. Pero lo cierto es que, más allá de los típicos consejos sobre cómo hay que beber la cerveza, aprender a hacer una cata con esta bebida te permitirá descubrir todos sus matices.
¿Cómo hacer una buena cata de cerveza?
No nos vamos a andar con rodeos, si lo que te interesa es saber cómo hacer una cata de cerveza correctamente, podemos dividir todo en 6 grandes fases. Así que coge las variedades de cerveza que quieras degustar y sigue cada uno de los pasos que vamos a ofrecerte a continuación.
Hacer una cata permite apreciar todos los matices de una cerveza
1. Preparación
Antes de comenzar la cata debes preparar todos los elementos necesarios para realizarla. Además de la cerveza, que resulta imprescindible como es lógico, es buena idea que busques un espacio agradable, sin ruidos, con buena iluminación y libre de olores. Necesitarás vasos o copas especiales para cada tipo de cerveza y cada variedad deberá estar a una temperatura concreta, así que ten esto en cuenta antes de comenzar.
2. Servir correctamente
Una vez tengas todo preparado, la cata puede comenzar de forma oficial. El primer paso consiste en servir correctamente la cerveza. Para ello abre la botella con cuidado y sujeta tu copa con la mano inclinándola unos 45º. Con la otra mano acerca la botella y desliza la cerveza por la pared del vaso. Poco a poco endereza el vaso hasta que llegue a posición vertical. Lo ideal es que la capa de espuma formada sea de unos 2,5 centímetros.
3. El aspecto
Antes de beber deberás evaluar el aspecto de la cerveza, algo que hay que tener en cuenta para valorarla. Comprueba cuál es su color, que suele tener amarillos que van desde los más pálidos hasta los tonos más oscuros. Otro aspecto destacado aquí tiene que ver con su turbidez, pudiendo encontrar cervezas casi cristalinas u otras realmente turbias. Y para finalizar observa la espuma, de la cual deberás valorar su cantidad, textura y persistencia.
4. Los aromas
El siguiente paso nos lleva hasta el sentido del olfato, que nos aportará todavía más información de la cerveza. Acerca la bebida un poco a tu nariz e inhala para descubrir los aromas de la cerveza. Primero agita la cerveza y ponla a unos 15 centímetros de tu nariz para hacer un par de aspiraciones cortas. Después, aproxima un poco más el vaso y realiza una aspiración más profunda.
5. Sabor en boca
Llega el que posiblemente sea el momento más esperado: saborear la cerveza. Hazlo poco a poco, sorbo a sorbo. Debes dejar que la cerveza recorra tu lengua y no tener prisa en tragar. Esto te permitirá comprobar aspectos como sus notas dulces, amargas, ácidas e incluso saladas. La textura también se percibe en boca, mostrándonos el cuerpo de la cerveza, su cremosidad y su carbonatación.
6. Valoraciones finales
Para finalizar llega el momento de realizar una valoración, que dependerá de todos los pasos que hemos realizado con anterioridad. ¿Qué hace especial a esa cerveza? ¿Qué aromas has percibido? ¿Y qué puedes decir de su sabor? Gracias a cada una de las fases llevadas a cabo podrás responder a todas estas preguntas y completar con éxito la cata.
