Nadie lo duda: el vino es una de las mejores bebidas que existen para disfrutar junto a las elaboraciones más deliciosas de la gastronomía. De hecho, aunque sea difícil ser un experto en este producto, es muy fácil aprender a disfrutar el vino. Basta con echar un vistazo a los consejos que los sumilleres ofrecen al respecto sobre las diferentes variedades que existen y las temperaturas a las que se deben consumir. Así como los mejores platos con los que acompañar a cada vino.
Sin embargo, aunque el mundo del vino sea cada vez más popular y la gente disfrute mucho de él, lo cierto es que no todos saben cómo se hace. Sí, viene de la uva, está claro. Pero, ¿sabrías explicar el proceso de elaboración desde el principio hasta que llega a la botella? Si la respuesta es negativa, no te preocupes. En esta nueva publicación vamos a mostrarte un resumen sobre cómo se hace el vino.
La vendimia
El primer paso tiene que ver con la vid y su cultivo. A partir de ahí, una vez la uva está preparado para ello, llega el momento de la vendimia. En España lo más habitual es que esto se haga entre los meses de septiembre y octubre, aunque debido al cambio climático y la sequía las uvas comienzan a recogerse cada vez más pronto.
Antes de la vendimia hay que realizar ciertas cosas importantes como el muestreo. De esto se encargan los enólogos, que recogen algunas uvas para comprobar si estas cuentan con el grado óptimo de maduración, sabor y azúcares para proceder a su recogida. Y no es lo único que comprueban, el color del mosto y si sus pepitas están tostadas también son cuestiones relevantes.
La recogida de uvas se realiza de forma manual y no debe pasar mucho tiempo desde la recogida hasta la llegada al lugar en el que se tratará la uva. Esto es así debido a que si se tarda demasiado podrían comenzar a fermentar e incluso pudrirse.
Cómo se elabora el vino
Con las uvas en la bodega viene la segunda parte del proceso de elaboración del vino. Primero se procede a hacer el despalillado, que consiste en limpiar las uvas de todos los restos de tallo y hojas que puedan presentar. Esto elimina la acidez y los toques herbáceos de la uva y permite pasar al siguiente paso: el estrujado. Aquí lo que se hace, como indica su nombre, es aplastar la uva para sacar su pulpa.
Para extraer todo el jugo, tanto el mosto como las pieles y las pepitas son sometidas a un prensado. Este proceso permite extraer el jugo al máximo y conseguir las levaduras que posteriormente producirán la fermentación alcohólica. Esta fermentación provoca que el azúcar del mosto se transforme en alcohol. Y para que suceda, el mosto se introducen en depósitos de acero inoxidable y se deja reposar unas tres semanas.
Una vez completado el proceso de despalillado y estrujado, se procede al prensado. Y posteriormente llega el momento del envejecimiento del vino
El proceso de envejecimiento
El último paso antes de estar listo para su consumo tiene que ver con el proceso de envejecimiento. Los vinos destinados a ser grandes reservas, reservas y crianzas deben comenzar su paso por barrica. Por otra parte, los vinos jóvenes no requieren de crianza en madera. Sobre estos procesos, los tiempos son los siguientes:
- Crianzas: un máximo de 3 años en barrica.
- Reservas: entre 24 y 36 meses en barrica.
- Grandes reservas: más de 48 meses en barrica.
Tras este proceso los vinos culminan su envejecimiento en botella. Para ello, pasan algunos meses en el botellero, con unas condiciones de luz y temperatura controladas que permiten que todos sus sabores y aromas se ensamblen.
