Desde hace algún tiempo estamos utilizando nuestro blog para profundizar sobre un producto que nos encanta: el vino. De hecho, es algo que habrás podido observar si has echado un vistazo a nuestras últimas publicaciones. Sin ir más lejos, hace algunas semanas te contamos cuál es el origen e historia de las barricas de roble y su relación con el vino.
Pero en esta ocasión no vamos a hablar exclusivamente de vino, sino que nos centraremos en una figura de gran relevancia en los restaurantes, la del sumiller. Básicamente se trata de una persona experta en vinos y otras bebidas de carácter espirituoso que aconseja a los comensales sobre las diferentes variedades vinos de las que disponen. Y, como todo profesional, estos cuentan con una serie de accesorios y utensilios muy especiales.
Accesorios del vino en restaurantes
1. Mandil
El primer accesorio para servir vino en un restaurante debe ser el mandil, un delantal que será el uniforme de trabajo del sumiller. En la actualidad los modelos están adaptados a estos profesionales y cuentan con múltiples bolsillos para guardar todo lo que necesitan para trabajar: termómetro, sacacorchos, cortacápsulas…
2. Cortacápsulas
Como su propio nombre indica, este aparato sirve para cortar y desprender la cápsula que envuelve al corcho. Esto permitirá poder sacar el corcho del vino para servirlo en copas o en un decantador. Muchos sumilleres prefieren utilizar para ello el propio sacacorchos.
3. Sacacorchos
Este utensilio es conocido por todo el mundo y también se usa en casa, no solo en un restaurante. Básicamente se trata de una herramienta que permite descorchar las botellas de vino para poder consumirlas. Existen de muchos tipos diferentes, al igual que hay diseños variados.
4. Platillo para el corcho
Si se trata de un restaurante de alto nivel en el que el vino juegue un papel protagonista, lo más frecuente es que el restaurante cuente con un platillo para depositar el corcho y presentárselo al cliente. Este plato pequeño suele ser metálico o de cerámica. De este modo el cliente podrá observar el corcho y olerlo si lo considera oportuno.
5. Termómetro
En este caso su fin es como el de cualquier otro termómetro: medir la temperatura. En este caso concreto, la temperatura del vino que se va a servir. Y es que en función del vino del que se trate la temperatura de consumo varía. Eso sí, nunca se debe introducir el termómetro en una copa que se vaya a beber o en una botella, se hace en una copa auxiliar.
6. Cubitera
Muchos vinos como el blanco, los rosados o el cava se consumen fríos. Esto provoca que si se pide una botella esta pueda calentarse. Para evitarlo están las cubiteras, un pequeño cubo lleno de agua y hielo en el que se introduce la botella para que se mantenga fría y cada copa se disfrute a la temperatura adecuada.
7. Decantador
El último utensilio del que vamos a hablar es el decantador, que es un recipiente de vidrio con base ancha y cuello alargado. Su forma ayuda a que el vino se oxigene y se separen sus sedimentos, lo que permite disfrutar de una mejor experiencia al degustarlo.
